Los
sábados de Octubre son días felices para mí. Me recuerdan mis mejores días en Carvalho, cuando todo era juego y había pocas cosas de qué preocuparse.
Hoy no es un sábado feliz. El Sol que baña el parque parece no iluminar como siempre. Hoy hemos perdido a una amiga. Ha sido un viaje repentino e inesperado. Cuando pasan estas cosas, uno mira hacia adentro y se arrepiente de algunas cosas. De las visitas que no ocurrieron; de los cafés que no nos tomamos; de los regalos que no nos hicimos....
Continuar leyendo